A tío Rafael, dueño de la bodega Nueva
York, ubicada en Carrera 7 , con calle 13, San Cristóbal, Táchira, Venezuela 1948
I
Ráfagas
de vientos bélicos
impíos
presagios oscuros
orfandad
de amor y misericordia
en
el rostro angustiado del planeta.
De
niño soñaba, pensaba, quería palpar
sus
túneles, puentes, rascacielos
el
Atlántico, la Estatua de la Libertad,
el
río Hudson, el hormiguero del mundo
fiesta
permanente del impulso
progreso
y fuerza vital.
II
Gigante
con pies de barro,
cuatro
dardos letales
sembraron
llanto, dolor y luto
en
el pueblo indefenso
frente al
monstruo invisible
depredador
de vidas, bienes y sueños
amasados
con voluntad, esfuerzo
y
sudor, en la fábrica del tiempo .
La
sombra de Pearl Harbor
Hiroshima
y Nagasaki
el
polvorín del Oriente Medio,
gravitan
en el karma de Nueva York.
Crisol
de expiación, lágrimas de redención,
por
el odio acumulado
en
perturbadas generaciones
endiosadas
en el poder mundial.
Levántate
Nueva York
con dignidad, nobleza y coraje,
dile
al mundo, no más sangre inocente,
que
las naciones se plenen de amor, justicia, perdón y misericordia,
en
aras de la vida en el planeta.
Rubén Darío Becerra Roa –Poeta sideral-
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